martes, 5 de octubre de 2010

SUFISMO Y PSICOTERAPIA EN EL EPISTOLARIO ENTRE THOMAS MERTON Y LUDOVICO SILVA

Desde hace algún tiempo he venido estudiando el epistolario entre Thomas Merton y Ludovico Silva. Se trata de unas 27 cartas que enlazaron, entre 1965 y 1968, las vidas de un monje excepcional y de un joven poeta venezolano que se convertiría, en la década siguiente, en uno de nuestros más importantes intelectuales marxistas.


La mayor parte de la correspondencia se centra en diversos aspectos de la creación artística. Particularmente relevantes, para la historia literaria de nuestra América, son los pasajes que se refieren al proceso de edición de “¡Boom!” (1966), poema largo del venezolano, de tono apocalíptico, sobre los posibles efectos de una guerra nuclear. Junto a esto encontramos, en este epistolario tan fuera de lo común, diversas referencias a los eventos políticos de los años sesenta y a vivencias de carácter más personal. En relación con estas últimas alusiones se encuentra un pasaje de gran interés, ligado a la biografía de Ludovico, el cual pudiera arrojar alguna luz sobre las fuentes no marxistas de su teoría de la alienación.
El fragmento en cuestión se encuentra en la última carta que poseemos del epistolario, escrita por Merton el 26 de enero de 1968. Dicha misiva, a pesar de su brevedad, quizá sea la más conmovedora de todo el conjunto. En ella el poeta-monje comienza por referirse a una “extraña enfermedad” padecida y narrada previamente por Ludovico. Como no poseemos, por ahora, la comunicación anterior, sólo podemos conjeturar sobre dicho padecimiento del venezolano:

“Tienes razón al explicar tu enfermedad en términos más espirituales. El positivismo de los psiquiatras no entiende perfectamente lo que sucede en tales casos extraños. Conozco a un psiquiatra de Irán –que ha hecho estudios sobre el misticismo de los sufíes- y él sabe muy bien que sin esa especie de crisis uno no puede pasar a estadios superiores de desarrollo”.
El psiquiatra persa no es otro que Abdol Reza Arasteh, autor de un libro que tuvo gran influencia en Merton, “Rumi, el persa, el sufí: renacimiento creatividad y amor”. En dicho texto Arasteh intentó aplicar los principios del sufismo a la psicoterapia. Existe, por cierto, una interesante correspondencia entre Arasteh y Merton constituida por unas 20 cartas y parcialmente publicada en la antología “The Hidden Ground of Love”. Particularmente importantes son aquellas centradas en lo que el psiquiatra persa llamó “integración final” de la personalidad, a través del sufismo, para superar la enajenación del ser humano contemporáneo. Quizá, por tanto, en esta referencia hecha por Merton a Ludovico, pudiera encontrarse una fuente “oculta”, no marxista, de la reflexión en torno a la alienación desarrollada algunos años más tarde por Silva. En todo caso cabe destacar que una de las preocupaciones del libro de Arasteh es tratar de pensar los posibles aportes de una relectura de Rumi, el gran místico persa, para el desarrollo de un nuevo humanismo en los países del, para entonces existente, campo socialista.







1 comentario:

  1. Efectivamente para Arasteh y muchos otros, entre ellos Erikson es necesario una crisis existencial para acceder a niveles mas altos de desarrollo. Arasteh lo explica claramente mediante tres biografias incluendo la de Rumi, quien como es sabido sufrio una crisis espiritual al morir su maestra Shams, ver texto de RUMI EL SUFI EL PERSA.
    Excelente, ojala lo estudiaran.

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